Un día le pregunté a la cebra:
<< ¿Eres una cebra blanca con rayas negras o una cebra negra con rayas blancas? >>
La cebra, mirándome, me preguntó:
<< ¿Tú eres un hombre inquieto con momentos tranquilos o un hombre tranquilo con momentos de inquietud?
¿Eres un tipo descuidado de maneras ordenadas o un tipo ordenado de maneras descuidadas?
¿Eres un hombre feliz con momentos tristes o un hombre triste con momentos felices?>>
Nunca más le preguntaré a la cebra sobre sus rayas.
SHEL SILVERSTEIN




Leire Garrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario